1. ¿El aikidō es efectivo en una situación real?
Esta pregunta surge porque nos imaginamos una situación concreta: alguien que nos da un puñetazo o una patada. Cuando intentamos trasladar esta idea a lo que vemos en la práctica del aikidō, no nos cuadra porque los ataques son diferentes.
Aunque al principio no nos damos cuenta, las técnicas de aikidō nos educan según los conceptos de distancia, intención, entrada (irimi), etc. Estos principios son efectivos independientemente del ataque con el que se trabaje. Cualquiera que nos quiera agredir tendrá que acercarse y tomar la decisión. Es sobre estos hechos que los principios del aikidō son tan efectivos.
2. ¿Para qué sirven los saludos y demás? ¿Tan importante es la etiqueta?
Es habitual que los alumnos hagan esta pregunta al empezar a practicar, ya que se trata de algo nuevo para nosotros y puede resultar incómodo. A todas estas prácticas las llamamos etiqueta. Nos sirven para mostrar respeto por los demás y, al mismo tiempo, como ejercicio para nuestro propio crecimiento. Con cada saludo, nos mejoramos nosotros independientemente de la actitud del compañero.
Es por eso que la etiqueta nos está poniendo a prueba continuamente. Nos obliga a pulir nuestra conducta a poco a poco, y así se convierte en algo inseparable del aikidō. La etiqueta es tan importante como la técnica o la comprensión racional del arte marcial.